Te podría decir que no me acuerdo de ti varias veces al día, pero eso sería mentir. Te podría decir que no tengo ganas verte, de darte un abrazo y de quererte. Pero eso sería mentir. Te podría decir que no echo de menos lo que había, lo que teníamos y todo lo que me divertía. Pero eso sería mentir. Te podría decir que no tengo ganas de compartir contigo mi día, mis penas, o mis alegrías. Pero eso sería mentir. Te podría decir que no me gustaba el sofá de tu terraza, que tu gato me molestaba, que eran feas las vistas desde tu casa. Pero eso sería mentir. Te podría decir que no me importas que no te quiero y que me da igual todo ahora. Pero eso también, sería mentir.